No puedo dejar de pensar en tus pies. Esa frágil arquitectura
que da soporte a tu cuerpo. Aguja con la que marcas la piel del
mundo, en tu tránsito accidentado. Autores de extravíos. Testigos
de tropiezos. Tus pies necios plantados donde tienes el, aún
mas, necio corazón. Tus pies brincando hacia cielo vacío,
bailando al silencio, desafiando el orden, a los dioses,
desobedeciendo al camino, rumbo y destino impuesto. Tus pies
metáfora de la rebeldía. Marca de fuego. Escarificación sobre la
ajada piel del mundo. Pero, sobre todo la dura piedra donde descansan
mis deseos. ¿Cómo es que soportan tanta belleza? [enrique maraver]